Quiero hacer en este pequeño
texto un breve recorrido por el repertorio para dos violonchelos con el fin de
reivindicar no sólo el interés pedagógico de estas obras sino también —y sobre
todo— el valor histórico y estético de un género que ha sido vehículo para el
despliegue de discursos que, en muchos casos, destacan por su lenguaje y
originalidad. El reciente estreno de la obra House of Mirrors, para dos violonchelos y orquesta del compositor
danés Sören Nils Eichberg, y la proliferación de violonchelistas que apuestan
por este tipo de dúo instrumental, creo que es en buen pretexto para echar la
mirada atrás y ver cuáles han sido las aportaciones más significativas, en las que
podemos ver reflejadas la evolución de la música de la misma forma que la del
propio instrumento. Las posibilidades que nos ofrecen estos dúos de cuerda son
múltiples: desde obras de gran calado a formas más concisas; desde piezas de
gran virtuosismo a otras adecuadas para noveles; desde lenguajes y modelos
clásicos a otros más actuales para la fruición de la caterva de diletantes. He
seleccionado, pues, una serie de obras que muestran las características antes
descritas y que son —según mi opinión— representativas de la época a la que
pertenecen.
Nuestro camino comienza por la Sonate pour deux violoncelles de 1741 de
Michel Corrette (1707-1795). Se encuentra entre los dúos más importantes por
ser uno de los primeros y por ser la única pieza contenida en el Méthode théorique et pratique pour apprendre
en peu de temps le violoncelle dans sa perfection, tratado en el que el
violonchelo encuentra su primera fundamentación teórica. Esta sonata, en do
mayor, responde al esquema de sonata da
chiesa en cuatro movimientos, todos en forma binaria. El primero y el tercero
son movimientos lentos, el segundo tiempo es un Allegro en estilo fugado y el
último se asemeja a un movimiento de Giga. Los tiempos lentos poseen un
carácter más solemne que expresivo mientras que el Allegro y el finale destacan por su viveza y frescura.
En cuanto a los aspectos técnicos, podemos verificar la utilización de una
digitación primitiva, propia de un estilo violinístico y de una posición inclinada
de la mano izquierda, el empleo de la abreviatura ‘t’ (tiré) para el arco abajo y ‘p’ (poussé)
para el arco arriba, y el estilo non-legato
típico en la mayoría de los movimientos rápidos del Barroco, con indicaciones
de arqueo en los lentos que nos hacen pensar aquí en un estilo más ligado.
Asimismo, en la obra se abarca un amplio registro que requiere el uso de las
posiciones altas del violonchelo (hasta la 7ª posición).
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Michel Corrette (1707-1795) |
En la próxima entrada seguiremos el recorrido por nuestro dúo en el romanticismo, con obras que serán igualmente asequibles y que pueden ser interpretadas por vosotros.
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