El día 28 de marzo a
las 19.00 se celebro en el salón de actos del conservatorio el
concierto de alumnos que dio fin al curso impartido por Jean-Maurice
Mourat los días 26, 27 y 28 de dicho mes.
La primera actuación
fue la de los niños de 1º y 2º de enseñanzas básicas. Dirigidos
por Mourat interpretaron un estudio de dinámicas a base de cuerdas
al aire, donde comprobamos la habilidad de Jean-Maurice para, con
mínimos elementos, construir una obra de concierto pensada para
alumnos con muy limitados recursos técnicos, pero grandes dosis de
ilusión.
Seguidamente los alumnos
de primer curso de agrupaciones instrumentales interpretaron una
Gavota de Campion, haciendo un trabajo pulcro donde las guitarras
empastaron con agradable sonoridad.
A continuación se
sucedieron unas interpretaciones solistas de algunos alumnos
destacados del curso. Todos ellos hicieron gala de gran madurez en el
escenario, sin amedrentarse ante el público e interpretando con gran
solvencia las piezas a cada uno adjudicadas. Estos alumnos fueron los
siguientes:
- Alejandro Mayorga Caro (4º E.B.) : A Toye, anónimo para laud del siglo XVII.
- Javier Aguilar Lucas (1º E.P.): Barcarola. Napoleón Coste.
- Germán Adrián de Sotomayor (2º E.P.): Valsa sem nome. Baden Powell.
- Daniel Bravo Carmona (2º E.P.): La partida. Vals venezolano.
- Paula Jaen Balmiza (2º E.P): Estudio. Francisco Tárrega.
- Gloria María Montes Adalid (2º E.P.): Sons de Carilhoes-choro. Joao Pernambuco.
La última actuación de
los alumnos corrió a cargo de los chicos de 4º de enseñanzas
básicas y 1º y 2º de enseñanzas profesionales. Consistió en un
delicioso arreglo para cuatro guitarras de un Andantino de Fernando
Sor. Las cuatro voces de las que se componían el arreglo, sabiamente
dirigido por Jean-Maurice iban dialogando entre ellas con suma
delicadeza mostrando al encantado público una suficiente gama de
matices y recursos expresivos.
Para terminar el
concierto, Mourat, acompañado al piano por nuestra directora Teresa,
nos deleitó a todos con un minueto de Haydn tocado con un pequeño
laud renacentista, que no obstante su diminuto tamaño, produjo unos
sonidos fuertes y nítidos dando un estupendo broche de oro al
concierto.
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